New Step by Step Map For poder de la palabra

Es muy común que no sepamos darnos el valor que merecemos, nos ponemos en un segundo lugar y vamos socavando nuestra autoestima. Es entonces cuando los “soy incapaz” o “no puedo” se hacen eco en nuestra vida y se convierten en una realidad.

Esto significa que debemos ser pacientes y considerados al elegir nuestras palabras, escuchando atentamente a los demás antes de responder. Debemos tener en cuenta el impacto que nuestras palabras pueden tener en los demás y utilizarlas con responsabilidad y amor.

two. Brindando palabras de aliento: Podemos utilizar nuestras palabras para animar y motivar a los demás en momentos de dificultad. Un uncomplicated «estoy orgulloso de ti» o «tienes un gran potencial» puede hacer una gran diferencia en la vida de alguien.

Como puedes ver el poder de las palabras puede movilizar a todo un país a apoyar un objetivo o a una persona a realizar sus sueños. Las palabras son importantes porque tienen la capacidad de influenciar a otros y a ti mismo.

Por desgracia, cada día parecen haber más voces que intentan que su mensaje quede por encima del resto, elevando el tono o la gravedad de las acciones con las que intentan respaldarlo.

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Esto crea una brecha entre donde poder de la palabra tu mente está y tu realidad, que a través de la repetición te impulsa a la acción para cerrar la brecha entre una y otra.

La Biblia nos exhorta a usar nuestras palabras de manera responsable y sabia. En Efesios 4:29, se nos dice: «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes».

Al ponerse en el lugar de los demás y considerar sus sentimientos, podemos elegir palabras que sean edificantes y alentadoras.

Es importante recordar que nuestras palabras pueden tener un impacto duradero en las personas que nos rodean. Podemos usar nuestras palabras para edificar, alentar y consolar, o podemos usarlas para dañar, destruir y desanimar.

Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Si quieres cambiar tu entorno una de las formas más sencillas de conseguirlo es aumentando tu vocabulario. Las personas se asocian con otras personas que manejan su mismo vocabulario.

El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.

En Efesios four:29, se nos enseña: «No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes». Esta escritura nos recuerda la importancia de utilizar nuestras palabras de manera positiva y constructiva.

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